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CRÓNICA

Estreno de brevet en Andalucía con uno en Granada, concretamente en Las Gabias.

Debido a la configuración del terreno en esta provincia se trató siempre de conseguir un recorrido vistoso y sin mucha dificultad. El primer objetivo era fácil ya que tires por donde tires en esta provincia siempre aciertas, pero en cuanto a poca dificultad, valga la redundancia es dificultoso.

Dentro de las posibilidades que ofrece se eligió hacer un brevet a lo largo de la vega del Geníl hasta Iznajar, embalse con mayor capacidad en Andalucía. En principio y los números decían que era factible, total 200 km. con 2500 de desnivel no estaba mal, se veia asequible, pero otra cosa es la realidad. Efectivamente esos son los números, pero no tuvimos en cuenta que los numerosos repechones, algunos superiores al 10% y el calor serian enemigos duros aunque no invencibles.

A las 7:30 del 6 de mayo ya estábamos reuniéndonos en el lugar de salida para hacerlo a la 08:00 10 componentes inscritos mas algunos agregados que con mucho gusto nos acompañaron.

Mañana fresquita y a la vera del Genil, pues se hacia notar hasta que los continuos repechones consecuencia de los puentes sobre la vía del ave nos hicieron entrar en calor. y enseguida llegamos a Huetor Tajar donde nos hincamos unas tostadicas (algunas con jamón) para reponer las pocas fuerzas que habíamos gastado y que íbamos a necesitar para el resto de la jornada.

Con un poco de retraso salimos y ya en Loja, ciudad preciosa, nos encontramos con la primera dificultad seria ya que algunas calle no es que estén en cuesta, sino que están vertical (jajajaja), el calor hacía su aparición y empezamos a subir hasta Ventorros de Balerna, ya se divisaba el embalse Iznajar dando pena de lo seco que está, luego evidentemente bajamos hasta el puente que lo atraviesa y sellamos como segundo control en una venta que hay haciendo un pequeño avituallamiento.

Desde aquí ya era otro cantar la cosa, era sobre las 13:00 horas y el calor empezaba a estar en su pleno apogeo y las subidas serias y continuas también, yo por ejemplo tuve que echar pie a tierra en numerosas ocasiones ya que con mi hamaca no podía ir subido.

Llegamos primero al Higueral, mas tarde a Algarinejo, una odisea con los gps, después a Montefrío (ya sabemos el porque del nombre. Municipio precioso, pero en el cielo (jajaja). Un refrigero en la gasolinera de salida del pueblo y “para abajo” hasta Puerto Lope, punto de control.

Antes de llegar a este municipio había salido a nuestro encuentro un colega (Adolfo), también reclinado que nos acompañó hasta el control del embalse El Cubillas; ya desde ahí hasta Granada no sin antes encontrarnos con la última dificultad con la consiguiente pérdida de tiempo, habian dado la salida a la media maratón de Granada y nos detuvieron casi media hora.

Por fin en Las Gabias, objetivo cumplido y sufrido. Esto es así, si no se sufre no se valora. Una experiencia mas.

Enhorabuena a todos los participantes y esperamos que dentro de lo que cabe se “disfrutara”.

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Esta es la crónica de nuestro amigo Manuel García Carrasco ,fiel reflejo escrito de lo que vivimos en esta aventura de 650 km, donde hubo de todo.

BRM600 Benacazón – Linares 22-4-23

Esta da para una serie en Netflix… tras cuatro meses sin caer una gota, poner un brevet el primer fin de semana de la feria de Sevilla son ganas de provocar la ira de Zeus, de Júpiter y hasta de la marmota Phil… conclusión chaparrón de salida y carretera empapada para un par de horas, empezamos bien.

El gran JuanFran nos obsequia de salida con unos chicharronazos de categoría, para complementar un desayuno benacazonero, que se supera cada Brevet un poco más porque ese anfitrión vale su peso en oro… recogida de carnets, fotazo de grupo, chubasqueros, luces y al turrón.

Grupeta compacta manejando el riesgo del piso mojado con mucho tiento, llegamos hasta el primer control en Lora del Río, km 84 en compañía de radio Chema, que tiene carrete para ir a Pekín y volver sin beber ni agua… Para entonces Julien ya había pinchado y regresado a la grupeta y el propio Chema también, el primero de los cuatro que tuvo… Café y un tentempié, dispuestos para salir cuando Manasés nos alerta de problemas en su cambio trasero… ya estamos liados. Gestiones telefónicas para buscar una asistencia técnica en ruta que no sería posible hasta Córdoba, 75 kms después… vamos haciendo camino mientras Manasés queda anclado en Córdoba esperando la apertura del taller, en compañía de parte del comando luso, almorzando alguna cosilla, cosa rara porque este muchacho es de poco comer…

Para entonces, ya había una avanzadilla por delante con Julien, Bienve, Antonio & Antonio… ojú que pechá de Antonios se juntaron… por detrás se conformó el Comando Palangana viva el Sevilla y olé, y el que escribe que era la nota discordante: ese Caí oé. Una hora para cruzar Córdoba entre interminables semáforos en rojo, parada en una gasolinera a la salida dónde dejar a buen recaudo unas luces que recogería más tarde el bueno de Manasés, algunas anécdotas compartidas durante un rápido refrigerio y salimos buscando Montoro…

Al paso por Villafranca entran los tracks en bucle, de modo que al ver la hora y ante el riesgo de encontrar cocinas cerradas en Montoro, decidimos almorzar allí mismo… lo de almorzar es un decir, tanto es así que ni nos cobraron algunos platos de arroz por vergüenza torera… Carpanta comía mejor. Total, salimos vitaminados hacia Montoro, parada para sellado y excursión por la sierra de Cardeña a la salida del pueblo, previo paso por la reja… los almonteños la saltan y el Bellota la levanta de un pellizco para que pasemos todos… se acababa la carretera dando pistas de que igual íbamos mal, pero nosotros buscando el norte con dos cojones, hasta que faltando tres kms para coronar el puerto, la cabeza de Diego, que es de las más amuebladas del grupo, dio la voz de alarma. Parada en seco y todos para atrás después de recorrer 15 kms… a volver a Montoro, menos mal que ahora eran cuesta abajo. Reseteamos cabeza y patas, confirmamos ruta buena y a seguir… así llegamos a Marmolejo tras convocatoria de Sanedrín en casi cada cruce para asegurar ruta con el google maps… vista la hora decidimos cenar allí, no sin antes avisar al gran Capi de que no llegaríamos.

Chema y Antonio hacen intentona de salir por delante para asegurar la habitación, craso error, dos reventones en ambas ruedas lo atestiguan y los devuelven al redil más tarde. Rápida gestión de Diego y habitación asegurada en Linares para los dos, ya había menos premura, pero salimos buscando el modo más rápido de enganchar la ruta para llegar a Linares y en estas nos encontramos con Manasés, que nos echó mano por detrás, aún con sus problemas de cambio… no se puede tener más clase. Todos juntitos de nuevo para Linares, Comando Benacazón, Lusitania power, Manolete y el que escribe… Y en algún momento de la noche, llegamos al hotel, proceso de check-in algo tedioso y al catre, tres horitas de descanso reparador por delante. Allí nos esperaba un JuanFran que decidió hacerla de una tirada, con dos huevos como dos soles, nos saludó y continuó ruta. Lo mismo que el comando Luso, vaya huevos!!

A las 07:00 ya estábamos sentados alrededor de una rueda de churros del tamaño de una paellera para 20… con un cubo de café XXL para cada uno. Todo por cuenta del Gran Capi, que luego nos acompañó casi hasta el control de Porcuna, sobre el km 400… jugando al despiste en cada cruce… otra cosa no pero cabrones aquí tela…

Tentempié en Cañete y zumbando para Córdoba, esta vez el recorrido nos evitaba el paso por el centro… pero no nos ha quedado una colina del sur de la ciudad por subir, si no que lo diga Enrique el palmeño que las iba contando… helados para todos en Córdoba y seguimos bajo un sol de justicia hasta Fuente Palmera con degustación de naranjas onubenses por el camino… y nuevo reventón de Chema, que daba muerte a su última cámara y lo fuerza a cambiar cubierta también… una vez allí, sello, algo de comer y buscando Guadajoz transitando una carretera infame con el Lorenzo por testigo y el amigo Antonio Rodríguez en modo carrusel dando los resultados.

Atravesamos varios pueblos y en uno de ellos una farmacia de guardia que me viene como la guantá de Quirós, ni faltó mano ni sobró cara, a lo justo, porque me estaba retorciendo de ardores… eso sí, con su buena pastelería justo al lado… no sé si quedaría algún pastel allí o los compraron todos… que barbaridad!!

Va cayendo la noche y los pueblos… un último rodeo nos sitúa en San José de la Rinconada y desde ahí, tras unos repechos interminables dejamos atrás Gines, Bormujos y Umbrete para llegar a Benacazón. Cansancio evidente en la grupeta, pero sensación reconfortante por llegar a puerto, abrazos sentidos y nos emplazamos para la próxima, en Sevilla hay que morir !!
�Lecciones aprendidas: la principal, como atestiguó el gran Manuel Morente, mucha cabeza, tranquilidad y a aprender de los errores, el mayor de ellos no parar en seco ante la duda e insistir en el error. Aprendido queda y en marcha lo pondremos… un plato de gambas me juego a que en el 1000 no hacemos ni un km de más… echado queda el guante !!

Haz Click en la foto para leer la crónica de Santy Mozos


Mira que esta serie de Benacazón 2023 está siendo una barbaridad de principio a fin, organización impecable, desayunos gourmet, recorridos que te llevan por lo más genuino de esta parte del mapa andaluz y todo un máster en la disciplina, tanto para los que empiezan a descubrir esta filosofía de dar pedales, como para los veteranos, a modo de dosis de recuerdo, para que nadie olvide de que va esto y que se resume en una premisa: “nadie queda solo si no lo pide expresamente”… Pero este 400 nos ha dejado un pellizquito en el alma de los que difícilmente se olvidan.

Salíamos a las seis de la mañana de una jornada que climatológicamente anunciaba calor, más de 30 grados… craso error hacer caso a las previsiones meteorológicas. Un exigente recorrido nos adentraba en las entrañas de la sierra norte, saltando desde Andalucía a tierras extremeñas, a través de carreteras recónditas, serpenteantes y solitarias, atravesando lugares donde el tiempo se detiene… y aprovechando de paso para hacer un guiño en forma de pequeño homenaje a nuestro compañero Chema y especialmente a sus padres, que en sus años jóvenes se declaraban amor eterno entre los encinares de estos parajes.

Salida rápida para el primer control en Las Pajanosas, sello y zumbando, tanto que el comando Benacazón ya busco su golpe de pedal ante los bríos de una grupeta que avanzaba a compás del cuerpo de élite andaluz: Fernando el antequerano, Antonio el cordobés y nuestro Andresito, con una naturalidad innata, ya empezaban a dar muestras de la inmensa clase que atesoran, guiando a un grupo cabecero que avanzaba a un ritmo al alcance solo de los elegidos. Mientras tanto, por detrás aprovechábamos para impregnar nuestros cinco sentidos de un aroma penetrante a tomillo y romero, que era una auténtica delicia.

En estas, nuestro presi, en sus funciones de anfitrión, acompañaba al grupo delantero en los primeros compases, para que quiénes nos rindieron visita desde otros lares de la geografía ibérica se sintieran como en casa, desempeñando una labor inmensa que no tiene precio… unos kilómetros más tarde se unía al comando Benacazón, formado por los incombustibles Antonios, el bellota y el mochuelo, y por el juntaletras que escribe, para conformar un cuarteto que compartió pedales, anécdotas, ratos de frío, de guasa y risas, hasta el final de una jornada, que a partir de Llerena también contó la presencia de Enrique el palmeño, un novato en la materia que aprende a pasos agigantados y que tiene una pinta de randonnerazo que quita el sentido…

Mucho viento de cara desde Llerena a Zafra, relevos a kilómetros como mandan los cánones para digerir los 40 más pestosos del día. Una vez en Zafra amago de parada técnica que finalmente se hizo en Burguillos, ocho kilómetros más adelante, unos pasteles y café, repostaje de líquido elemento y vámonos que nos vamos, por cierto, 30 grados por los cojones y un palito que diría mi padre… A 20 no llegamos y un servidor a pata descubierta por dar crédito a la previsión meteorológica, bien que me arrepentí, todavía no se me ha quitado el frío…

Siguiente parada en Jerez de Los Caballeros, estación de servicio donde tuvimos noticia del abandono de nuestro amigo Eduardo por una rodilla latosa que le impidió terminar la jornada. Ánimo y a recuperarse!!. Allí mismo pudimos avituallar y pertrecharnos para hacer frente a una noche que asomaba por proa con temperatura más que fresquita. Desde aquí hasta Aracena, punto clave, íbamos avanzando haciendo cábalas sobre la hora de llegada, a las 21:30 la firmábamos de antemano… Finalmente, tras un extra de 18 kilómetros inesperados por los caprichos del Openrunner, nos tocó sortear unos rampones de casi el 20% ya bajo la noche cerrada, que nos dejaron entrando en el pueblo cerca de la medianoche. Premura por buscar un bar donde poder recargar las pilas antes del cierre de cocina, tuvimos suerte. Cena, breve descansito reparador y poco antes de la una a seguir.

Salida de Aracena, a 120 kmts de meta, bajo un gélido manto estrellado, bajada rápida y fría que nos ponía a pies del Campillo, desde ahí hasta Riotinto y luego a Zalamea, para acabar a los pies de la bota campera más famosa de Andalucía en Valverde del camino, foto de rigor y sensación casi de victoria, ya que a nivel de altimetría, lo más exigente del recorrido ya estaba finiquitado. Solo quedaba un último tirón que se hizo de forma bastante rápida.

La guinda del pastel nos la comíamos en los 2 kilómetros finales de la cuesta de Las Doblas, escenario de la gesta de un Diego que tiene un corazón para donarlo a la ciencia el día que se muera, para que no se pierda la esencia de una persona que pertenece a un selecto club, el de los buenos de verdad, esos que dan todo lo que tienen sin pedir nada a cambio, y que se pringan por las buenas causas siempre, siempre…

Y así acabábamos una peoná de las más gordas de los últimos tiempos, de las que te llevan de la típica reflexión rutera del “que carajo hago yo aquí pasando frío de madrugada y dando pedales” a estar deseando empezar la próxima cita… Solo queda dar las gracias a los que lo hacen posible, a los que participan y a la vida por brindarnos semejante disfrute… Y pedir que no se acabe nunca. Presi, ve echando arena y cemento que la próxima ya asina en el horizonte!!

Buenos días. Ya en casa os referencio algunos datos de esta preciosa y singular SR-SEVILLA-HUELVA. Antes indicaros que era mi intención estar en el 400 de Benacazón pero viendo que coincidían opté por esta, por ser una actividad que me gusta a sabiendas que el organizador te va a llevar por parajes insólitos y especialmente hermosos.

Es curioso y de las que llevo realizadas en esta solo hay un puerto con nombre reconocido, el alto del Quejido. Si, solo hay un puerto ya os podéis imaginar de que va esto y así la sucesión de subidas y bajadas es tal que se apuran los 10000 metros sin que acumules puertos con la entidad referida.

Sin extenderme, indicaros que se barren dos parques naturales, el de la Sierra Norte de Sevilla, con colofón en Guadalcanal y el de Picos de Aroche y Sierra de Aracena, quizás con el castillo de Cortegana o la peña de Arias Montano como gigantes de la zona.

La primera tirada la hice de 300 km y unos 4300 metros, desviándome a mi pueblo a dormir pues en Encinasola estaban llenos. Llegué sobre las 20 horas, con noche cerrada.

Al día siguiente, y ya con luz disfruté de toda la dehesa repleta de encinas y alcornocales. Inicie el descenso (muy bonito desde Cortegana), hasta situarme en la zona llana, buscando el control de Valverde del Camino. Aquí partí un radio y me vine abajo pues no pensaba que aquello me permitiera seguir. Abrí y destense todo lo pude y al menos no rozaba pero intuía que el vaivén de la rueda iría a más y al final tendría que retirarme. Subida chusquera por el tráfico hasta el desvío al Castaño y sin duda y a pesar de estar la arboleda sin hojas, creo que estaba en la zona más interesante de la ruta.

El tiempo perdido por la avería y la lentitud con la que bajaba por el miedo a un accidente mayor me retrasaron y en Aracena vi la última luz del día lo que me obligo a buscar un alojamiento y desistir de llegar a Rio Tinto. Esta decisión fue acertada pues a la mañana siguiente pude hacer todo el tramo a plena luz.

De nuevo, el organizador acertó metiendo la SR por el tramo hasta el Castillo de las Guardas, tanto paisagísticamente como por la dureza. Poco a poco abandoné el terreno quebrado de jaras y arbustos y pasado Aznalcollar me recibió el gran Diego y me condujo a la famosa cuesta de las Doblas donde pude hacer la ascensión, recordando lo que éste hizo en su día pero multiplicado por 180.

Ni que decir tiene que recomiendo esta aventura a ser posible en los equinoccios por temperatura y horas de luz. Y bueno a pensar en la próxima

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